Reino Unido vive una crisis política y financiera encabezada por la primera ministra Liz Truss, con una fuerte inestabilidad en el mercado debido a las medidas fiscales adoptadas en las últimas semanas. Por eso, desde el Partido Conservador británico ya se habla de posibles reemplazantes para ejercer el poder.
Casi todas las políticas fiscales fueron suspendidas este lunes, después de que Truss anunciara a Jeremy Hunt como nuevo ministro de Finanzas de Reino Unido.
Nombrado el viernes de urgencia, el nuevo titular de la cartera económica insistió en la necesidad de restablecer la «estabilidad» y precisó, entre sus anuncios, que las ayudas a los hogares para pagar las facturas energéticas se limitarán finalmente a seis meses en lugar de los dos años inicialmente previstos.
El objetivo del nuevo titular de la cartera británica será implementar políticas financiares para calmar al mercado. Se esperan declaraciones de emergencia en las que anunciará un paquete fiscal a mediano plazo para combatir el défecit y reducir el nivel de endeudamiento.
«Tras conversaciones con el Primer Ministro, el Canciller ha tomado estas decisiones para garantizar la estabilidad económica del Reino Unido y generar confianza en el compromiso del gobierno con la disciplina fiscal», anunció el gobierno del Reino Unido a través de un comunicado oficial.
En este contexto, los principales medios británicos y europeos hablan de un contexto tenso, con una crisis de confianza, en el que se señalan intentos de destitución sobre Truss, incluso dentro de su propio partido.
