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Día Nacional de la Ballena Franca Austral: por qué se celebra

El origen de esta fecha se remonta a septiembre del 2002, cuando toda la comunidad de Puerto Pirámide, Chubut, tuvo un rol esencial en la conservación de una ballena en particular.

Cada 25 de septiembre se celebra el Día Nacional de la Ballena Franca Austral, una fecha que recuerda el aniversario del rescate de “Garra”, un juvenil de ballena franca que se enredó en las cadenas de un catamarán y que gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad de Puerto Pirámides pudo ser liberado.

El rescate de Garra
Según el Instituto de Conservación de Ballenas, la historia que da origen a la efeméride sucedió el 25 de septiembre del 2002, cuando Garra se enredó en las cadenas del fondeo de un catamarán de avistaje, en la bahía de Puerto Pirámides (Provincia de Chubut). Los guías balleneros y buzos locales fueron los primeros que lo intentaron desenredar. Pero, la imposibilidad de acceder a las cadenas bajo el agua, los llevó a tomar la original decisión de vararla intencionalmente para cortar las cadenas en la playa.

Con la participación de toda la comunidad, las cadenas fueron cortadas y «Garra» fue mantenido fresco durante varias horas en espera de la marea alta. Al atardecer, la ballena pudo volver al mar. El juvenil fue nombrado «Garra» debido a la forma de una mancha blanca que tiene en su lomo y por resistir las maniobras de rescate.

Es muy probable que este juvenil se haya separado de su madre apenas unos días o semanas antes de quedar atrapado. Típicamente, las ballenas francas pasan el primer año de vida junto a sus madres, amamantando y aprendiendo de ellas. La curiosidad e inexperiencia de los juveniles hace que sean especialmente vulnerables a diversas amenazas.

El Instituto registró a Garra por primera vez el 25 de agosto de 2001, cuando el Dr. Mariano Sironi lo observó junto a su madre, la ballena 200 (Victoria) desde un acantilado en el Golfo San José. Luego volvieron a registrarlo en octubre, durante un relevamiento aéreo, cuando aún nadaba junto a su madre en el mismo golfo antes de su primera migración.

Debido a las llamativas manchas blancas similares a un arañazo que deja la garra de un animal, Mariano lo nombró «Zarpazo» sin saber que al año siguiente este registro iba a permitir saber que Zarpazo y Garra eran el mismo individuo.

Esta información es de gran valor, ya que gracias a este registro previo pudieron saber que tenía un año de edad y que probablemente cuando quedó enredado en la cadena, recién estaba iniciando su vida como juvenil independiente. Y el hecho de conocer a su madre permitió también saber que tiene 5 hermanas/os nacidos en las aguas costeras de Península Valdés. El último fue registrado en 2004.

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