A un año y medio del asesinato de Gabriela Lencina en Córdoba, este viernes la Justicia condenó por femicidio a su pareja, Cristian Sebastián Videla, con una pena a prisión perpetua.
El domingo 27 de diciembre del 2020 los vecinos del barrio Coronel Olmedo escucharon gritos desesperados provenientes de la casa de Gabriela y alertaron a la policía. Minutos después, Patricia, la hija mayor de la víctima, fue hasta el lugar tras recibir un llamado del propio sospechoso: “Che Bebi, ¿podés venir? Tu mamá está prendida fuego”, le dijo.
Al llegar, Patricia vio que estaban a punto de trasladar a su mamá en una ambulancia y Videla estaba con ella, al lado de la camilla. Después, según contó la joven, su hermana de 4 años, que presenció la traumática escena, le advirtió lo que realmente había sucedido: “Mamá estaba prendiendo un cigarrillo y él le tiró una botella de agua”.
El contenido de la botella no era agua sino alcohol y Gabriela Lencina agonizó ocho días por las graves quemaduras que sufrió hasta que falleció el 3 de enero del 2021. La pareja de la víctima y padre de la nena que tenían en común siempre hablo de “accidente” y se encargó de recibir los partes médicos.
Sin embargo, mentía y ocultaba información del estado de salud de Gabriela cada vez que debía contactarse con los principales seres queridos. Cuando el padre de Gabriela logró entrar al hospital se enteró de que su hija estaba en coma en la unidad de terapia intensiva. Tenía el 30 por ciento de su cuerpo quemado, principalmente la zona del pecho, y las vías respiratorias estaban completamente afectadas.
La víctima nunca había realizado denuncias por violencia de género. Aun así, unos días antes del hecho le advirtió a una de sus hijas: “Si me pasa algo, hacete cargo de la nena”.
Finalmente, este viernes, la Cámara Segunda del Crimen, con la participación de jurados populares, declaró a Videla culpable de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género. El tribunal integrado por Mónica Traballini, Inés Lucero y Sebastián Romero dictó la pena de cadena perpetua por femicidio. La sentencia coincidió con la solicitado por la fiscal de Cámara, Laura Battistelli, en su alegato.
