Un simpatizante del expresidente de Brasil Lula da Silva fue asesinado a cuchillazos y hachazos por un seguidor del mandatario, Jair Bolsonaro, tras una discusión por motivos políticos en un área rural de Mato Grosso, informó el jueves la policía.
La víctima, identificada como Benedito Cardoso, tenía 42 años y se había trabado en una lucha cuerpo a cuerpo con el autor del crimen, un hombre de 24 años.
El crimen sucedió la noche del miércoles en una chacra en Confresa, un municipio de unas 30.000 personas en el estado brasileño de Mato Grosso (centro-oeste de Brasil).
Victor Donizete de Oliveira Pereira, delegado de la Policía Civil en Confresa, dijo que ambos hombres estaban solos en la propiedad rural cuando se inició una «discusión por motivos políticos». «La víctima estaba defendiendo a Lula y el autor dijo que estaba defendiendo a Bolsonaro», añadió.
Cardoso dio primeramente un puñetazo al asesino, que éste devolvió. La víctima fatal tomó entonces un cuchillo para agredir a su contrincante, quien le quitó el arma blanca, lo persiguió y luego lo agredió con esta.
Con Cardoso en el suelo, el asesino tomó un hacha y lo remató, asestándole un total de 15 perforaciones. Luego intentó esconder las armas y escapó, según Oliveira Pereira.
La policía detuvo al autor del crimen luego de que éste se presentara en un hospital para recibir atención médica.
Brasil vive su campaña electoral más polarizada en décadas antes de los comicios del 2 de octubre, en los que Bolsonaro buscará la reelección y Lula lidera las encuestas.
El izquierdista Lula mantiene 45% de intenciones de voto, frente a 32% del presidente de ultraconservador, de acuerdo con un sondeo de la consultora Datafolha del 2 de septiembre.
Frente al clima de crispación, la policía ha reforzado el esquema de seguridad. Tanto Bolsonaro como Lula han aparecido en mitines vistiendo chaleco antibalas y han evitado el contacto próximo con seguidores.
En otro caso resonante de violencia política, el 9 de julio, en Foz de Iguazú (sur), Marcelo Arruda, tesorero del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula fue asesinado a tiros en su fiesta de 50 años. El asesino, un policía penitenciario, disparó al grito de «Aquí es Bolsonaro». Arruda había decorado su fiesta con fotos del expresidente de Brasil.