La NASA y varios organismos de investigación espacial de Francia y Alemania detectaron en vivo el mayor impacto de un meteorito entre todos los conocidos desde que se investiga el cosmos.
El meteorito cayó en la región Amazonis Planitia de Marte, y dejó un cráter de unos 150 metros de ancho y 21 metros de profundidad. La velocidad y la fuerza del impacto, hicieron estallaran materiales marcianos por “el aire”, que volaron hasta 37 kilómetros de distancia. Y, más importante aún es que ese material era agua. Todo sucedió el 24 de diciembre pasado.
El impacto provocó en simultáneo un terremoto, detectado con imágenes y audios de diversos equipos, y tuvo una magnitud 4. El módulo de aterrizaje InSight (parte del programa Discovery) de la NASA sintió temblar el suelo cuando cayó el meteorito. En ese momento, los científicos no alcanzaron a comprender la importancia de lo que sucedía y analizaron las imágenes en detalle, a posteriori, como suelen hacer.
En realidad los impactos de meteoritos fueron dos, pero toda la atención está puesta en el segundo porque fue mayor.
El primero dejó una huella de 130 metros de diámetro sobre la superficie marciana.
El segundo, con 150 metros, se convierte en el de mayor diámetro registrado en un planeta de nuestro sistema solar, al menos entre los detectados por Mars Reconnaissance Orbiter (MRO) de la NASA, el orbitador que desde hace 16 años controla exclusivamente a Marte desde el espacio.