El plantel de Boca Juniors se entrenó este martes en el predio de Ezeiza dando comienzo a la semana de preparación para enfrentar a River el próximo domingo, desde las 17, Superclásico en el que volverán tres habituales titulares y se mantienen tres interrogantes en la formación del equipo.
Tras el triunfo ante Colón en Santa Fe, por 2 a 1, tercera victoria consecutiva en la Liga Profesional de Fútbol, los dirigidos por Hugo Ibarra contarán con el regreso del defensor peruano Luis Advíncula y los volantes Alan Varela y Guillermo Fernández, quienes vienen de cumplir una fecha de suspensión por haber llegado a cinco tarjetas amarillas.
El lateral lo hará en lugar de Facundo Roncaglia, el juvenil Varela volverá por Esteban Rolon y «Pol» Fernández jugará por Martín Payero.
Los tres jugadores hicieron fútbol en espacios reducidos junto a los que no estuvieron o lo hicieron pocos minutos en Santa Fe, mientras que los que jugaron realizaron ejercicios de reactivación y estuvieron en el gimnasio para alivianar las cargas musculares.
A cinco días del partido el equipo presenta tres incógnitas en su formación que seguramente en la práctica de fútbol del jueves en el estadio tendrán respuestas.
La duda de los nombres o de los tres puestos tiene que ver con saber si el entrenador seguirá con el 4-3-3 que utilizó el fin de semana pasado o si cambia el dibujo por un 4-4-2 o el 3-5-2 que Miguel Ángel Russo, como técnico, planteó en los octavos de final de la Copa Argentina 2021.
El rumor que empezó a correr en el «mundo Boca» es que la táctica que hiciera famosa Carlos Bilardo en el Mundial de 1986 sería del gusto de Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo del club y a cargo del fútbol del club.
A Boca le dio resultado en la igualdad 0 a 0 ante los de Marcelo Gallardo -luego clasificaron en los penales- en el partido disputado en agosto del año pasado en el estadio Ciudad de La Plata.
Cerca del entorno de Ibarra le comentaron a Télam, que por más que pueda hacer una prueba en la semana con ese sistema es difícil que lo utilice el domingo.
En ese caso Advíncula y Fabra serían los marcadores por los extremos y por el medio tres centrales: Nicolas Figal, Carlos Zambrano y Marcos Rojo.
Pero si se da la lógica y se sostiene el esquema que siempre utilizó el cuerpo técnico una de las dudas es saber si Figal sigue siendo titular como primer marcador central o si vuelve Carlos Zambrano, quien estuvo en el banco ante Colón para preservarlo ya que tenía cuatro amonestaciones.
En el medio, Juan Ramírez practicó en forma normal luego de tener un dolor muy fuerte en su cadera que lo privó de viajar a Santa Fe el fin de semana pasado.
Es muy factible que el ex San Lorenzo sea titular y se verá si también está en el medio campo el paraguayo Oscar Romero, más adelantado tirado por derecha.
El volante, que salió con un golpe en su rodilla izquierda ante Colón, practicó con el resto de sus compañeros.
En ofensiva, el «Pipa» Benedetto es «número puesto» y falta saber quién lo acompaña: si el juvenil Luca Langoni, en lo que sería su primer Superclásico en primera, Luis Vázquez o Norberto Briasco.
Otra chance que se evalúa, pero no tan segura, es que juegue Payero y que Romero sea un media punta al lado del «Pipa».
En tanto, Sebastián Villa, operado la semana pasada de los meniscos de rodilla derecha, estuvo por primera vez en kinesiología comenzando su recuperación, que se calcula se concretará a fines de octubre.
A su lado estuvo el «Changuito» Exequiel Zeballos, intervenido hace quince días de una fractura en la parte posterior de la tibia, con compromiso en el ligamento de tobillo derecho, por lo que no jugará hasta el año próximo.
Cristian Medina, con una fascitis plantar aguda de pie izquierdo, y Diego «el Pulpo» González, con una fuerte sobrecarga muscular, practicaron en forma diferenciada.
Boca vuelve el miércoles a las prácticas desde las 9, en Ezeiza, y alrededor de las 10.30 -no esta confirmado el horario- el entrenamiento se abrirá para los medios, tal como se viene realizando las últimas semanas
Los hinchas de Boca volverán a vivir un Superclásico en La Bombonera por primera vez desde octubre de 2019, ya que después se jugaron tres encuentros sin público por la pandemia de coronavirus.
Por eso es muy grande la expectativa en los socios y abonados «xeneizes», quienes superan con creces la capacidad de 56 mil espectadores que tiene el estadio Alberto J. Armando.
De común acuerdo con los órganos de seguridad se va a oficializar que para poder ingresar los socios tendrán que haber estado presentes en seis de los últimos nueve encuentros como local, sin incluir los disputados por la Copa Libertadores.
Los abonados no deberán cumplir ningún requisito y los socios adherentes esta vez no podrán ingresar.
Boca juega ante River de local el próximo domingo, desde las 17 por la fecha 18 de la Liga Profesional y con el arbitraje de Darío Herrera.