Un femicidio en el ambiente del fútbol conmociona a Italia después de que el jugador Giovanni Padovani fuera detenido por ser el principal sospechoso de matar a martillazos a su expareja, Alessandra Matteuzzi, quien el 1 de agosto lo había denunciado por acoso después de que terminaran una relación de un año.
Según pudo reconstruir la policía de acuerdo a los testigos, Padovani viajó a Bolonia, dónde ocurrió el crimen, luego de pedir permiso en su equipo, Sancataldese de Sicilia, para ausentarse del compromiso del fin de semana por la Copa de Italia, ante el Catania.
El defensor dijo que tenía algunos problemas personales que atender, por lo que las autoridades del club le permitieron faltar. Horas más tarde, se conocía la trágica noticia.
Según los informes de la policía, cuando la mujer llegó a su casa, mientras hablaba por teléfono con su hermana Stefania, fue sorprendida y el jugador la atacó violentamente con un martillo y un bate de béisbol.
Por el momento, el futbolista Padovani, quien como profesional jugó en más de 10 clubes de su país, fue arrestado y es el principal sospechoso del crimen.
El deportista y la mujer de 56 años habían mantenido una relación amorosa durante 12 meses, pero en un momento ella terminó con él. Ante esto, él la habría llamado insistentemente durante varios días y le habría enviado cientos de mensajes, motivo por el cual ella optó por realizar una denuncia por acoso.
El fiscal de Bolonia, Giuseppe Amato, negó que haya habido negligencia judicial y en diálogo con la agencia de noticias Ansa aseguró: “Hicimos lo que pudimos”, al tiempo que explicó que el informe de acoso no destacaba “situaciones de riesgo concreto”.