Los argentinos y los australianos tienen la mejor esperanza de sobrevivir en caso de una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia. El resto de la población mundial estaría a merced de la hambruna, según un estudio publicado en Nature Food y basado en simulaciones por computadora, informó The Daily Mail británico.
Por ejemplo, la probabilidad de morir de hambre en Gran Bretaña sería del 90 por ciento, según la investigación.
Por qué Argentina y Australia son los mejores lugares para “sobrevivir”
El estudio se basó en una simulación de un conflicto nuclear a gran escala que involucraría a 100 bombas nucleares. En ese escenario, el hollín, las cenizas y el humo provocado por tomentas de fuego bloquearían el sol y provocarían la pérdida generalizada de cultivos.
El profesor Alan Robock, de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, uno de los autores del estudio, dijo que Australia y Argentina tienen una ventaja esencial sobre el resto de los países: sus cultivos, como el trigo, son más resistentes y se producen en grandes cantidades.
El informe estimó que más de cinco mil millones de personas morirían de hambre en todo el mundo en un escenario apocalíptico de una guerra nuclear. Esto significaría la desaparición de 2/3 de la población mundial.
Los científicos investigaron cómo los patrones de viento podrían propagar el humo y el fuego de los ataques nucleares a gran escala y nublar los cielos de los principales exportadores de alimentos, como Estados Unidos y China.
La falta de luz solar colapsaría en solo cuatro años las cosechas y causaría un descenso del 90% en el rendimiento de los animales, la pesca y los cultivos.
Una guerra nuclear a menor escala mataría a más de 2500 millones de personas
Pero incluso una guerra a menor escala provocaría un efecto devastador, según la investigación. Por ejemplo, un conflicto nuclear entre India y Pakistán reduciría la producción mundial en un 7% en cinco años y mataría hasta 2500 millones de personas.
La inseguridad alimentaria en estos casos, predijo el estudio, sería más mortífera que las explosiones nucleares.
India y Pakistán son potencias nucleares que mantienen un grave conflicto limítrofe que incluyó dos guerras desde su independencia en 1947.
“Los datos nos dicen una cosa: debemos evitar que se produzca una guerra nuclear”, alertó el científico del clima Alan Robock.