Aunque existentes desde 2017 en varios estados, los conservadores de Estados Unidos volvieron a promover los buzones para depositar bebés como la mejor respuesta a aquellas mujeres que no pudieron interrumpir sus embarazos como consecuencia de la anulación del derecho al aborto.
Para sus defensores, la iniciativa llamada Safe Haven permite que los bebés sean entregados de una forma segura, evitando el abandono en basurales o la calle.
Los buzones son instalados en estaciones de bomberos y hospitales lo que permite la inmediata atención de la criatura abandonada.
La madre o padre coloca al bebé en una caja y activa una alarma silenciosa. Segundos después, personal preparado lo recibe. Todo en ello en el absoluto anonimato y sin intermediarios oficiales.
En los últimos cinco años, 21 recién nacidos fueron depositados en las cajas para bebé Safe Haven, informó el diario El País.
En caso de que los padres se arrepientan, hay un periodo variable acorde a la ley de cada estado para reclamar de vuelta al pequeño, después de una investigación previa sobre la aptitud del hogar.
Para los críticos, la entrega anónima de bebés complica la posterior adopción de esos niños porque se carece de información sobre su procedencia y sobre su historial médico.
El buzón de bebés no es originario de Estados Unidos, de hecho varios países tienen su versión. La idea de Safe Haven fue tomada por su creadora, Monica Kelsey, tras ver un sistema similar en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 2013.
Kelsey afirmó que están listo para una explosión de abandonos de bebés como consecuencia de la derogación del derecho al aborto. “Estamos listos para ayudar a los padres”, afirmó.