El papa Francisco sorprendió al mundo entero al afirmar que «la puerta está abierta» a su posible renuncia al pontificado.
Sin embargo aclaró que aún no ha pensado en esa chance, que de todos modos consideró que «no sería una catástrofe». Lo dijo en una rueda de prensa en el vuelo de regreso a Roma de su visita a Canadá.
En los últimos meses, el primer cardenal se vio perjudicado por sus limitaciones físicas, por las cuales debió empezar a moverse en una silla de ruedas por un problema en una rodilla. Ahora ante los periodistas, confesó que no cree que pueda seguir «con el mismo ritmo de los viajes de antes».
«A mi edad y con esta limitación tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la Iglesia» o «al contrario, pensar en la posibilidad de echarme a un lado», reveló durante una charla de casi una hora después de la dura jornada en la que desde Quebec viajó a Iqualuit para reunirse con la población de los inuit.
«La puerta está abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello», agregó Francisco sobre su posible dimisión.
Y destacó que «no sería algo extraño» o «una catástrofe. Se puede cambiar de Papa, no hay ningún problema».
Sobre su visita al país norteamericano, Francisco reconoció que el trato de la Iglesia a los indígenas en Canadá y los abusos cometidos en los internados católicos formaron parte de un «genocidio».
«No pronuncié la palabra [en Canadá] porque no me vino a la mente, pero sí describí un genocidio. Y pedí perdón por ese proceso, que fue un genocidio», declaró.
Durante su estadía en ese país pidió disculpas por el «mal» causado a los pueblos indígenas por los abusos cometidos durante décadas en las instituciones católicas.
«Condené todo ello. Secuestro, cambiar la cultura, cambiar la mentalidad, cambiar las tradiciones, cambiar una raza, digamos, toda una cultura. Sí, genocidio es una palabra técnica. No la usé porque no me vino a la mente. Pero lo he descrito, es cierto, es el genocidio», sentenció.