Ingenieros mecánicos de la Universidad de Rice consiguieron convertir cadáveres de arañas en robots capaces de funcionar como pinzas mecánicas.
La “necrobótica” es una nueva disciplina bioinspirada que pretende revolucionar las ciencias y tecnologías modernas al fusionar la biología y la robótica.
A diferencia de las personas y otros mamíferos, que mueven sus extremidades sincronizando músculos opuestos, las arañas mueven sus patas mediante presión hidráulica. Los arácnidos poseen lo que se llama cámara prosoma, o cefalotórax, desde donde sale un líquido corporal que va al interior de sus extremidades para que se extiendan.
Por este especial funcionamiento de su sistema, cuando mueren las arañas se hacen un “bollito” y sus patas se contraen.
El equipo de la Universidad texana encontró una forma de aprovechar este mecanismo. Introdujo una aguja en la cámara del prosoma de la araña y la fijaron con pegamento. Una pequeña bocanada de aire a través de la jeringa bastó para activar las patas de la araña, logrando un rango completo de movimiento en menos de un segundo.
En el estudio, los investigadores utilizaron arañas lobo y lograron convertir al arácnido muerto en una especie de robot con una fuerza de agarre máxima de 0,35 milinewtons.
También comprobaron que el necrobot podía soportar cerca de 1000 ciclos de apertura y cierre antes de empezar a mostrar signos de desgaste.
Qué es la necrobótica
La necrobótica es el uso de características o componentes animales para crear sistemas robóticos. En los llamados sistemas biohíbridos, los materiales biológicos vivos o activos sirven de base a un sistema, lo que exige un mantenimiento cuidadoso y preciso. Así, los investigadores buscan ideas de diseño en la morfología física de un animal y las implementan en sistemas complejos de ingeniería.
Cuáles son las aplicaciones de la necrobótica
El concepto de necrobótica aprovecha diseños únicos creados por la naturaleza que pueden ser complicados o incluso imposibles de replicar artificialmente. Mientras que la mayoría de los componentes robóticos hechos por el hombre son bastante complejos de fabricar, este tipo de artrópodos, una vez fallecidos, pueden servir a múltiples propósitos.
Una de las aplicaciones posibles es la manipulación de objetos pequeños, como dispositivos microelectrónicos. Las patas de las arañas pueden agarrar cuerpos delicados y de forma irregular con firmeza y suavidad sin romperlos.
Tareas repetitivas como la clasificación o el desplazamiento de objetos a estas pequeñas escalas, como por ejemplo el ensamblaje de microelectrónica podrían ser también ideales para los necrobots arácnidos realicen.
Además, las arañas son biodegradables, por lo que su uso como piezas robóticas reduciría la cantidad de residuos en la robótica.